El doctor, sin pedir disculpas y con una risita nerviosa, me ha dicho: «Olvídese del diagnóstico que le di el viernes: los análisis de sangre son de otra persona». Sus palabras me han enfurecido porque, de tanto obsesionarme durante el fin de semana, al fin he conseguido tener todos los síntomas.
Diagnóstico
Responder