Me lo pone para llevar

—Me lo pone para llevar, doctor.

—Lo siento, un brazo amputado recibe por ley el mismo tratamiento que los cadáveres. Deberá usted ponerse en contacto con una funeraria para enterrarlo o incinerarlo.

—Haga la vista gorda, por favor. Me conformo con la mano.

—¿Qué piensa hacer con ella?

—Con esta mano, yo volaba por los trastes de mi guitarra. En nada tenía que envidiar a los Hendrix o a los Page. Acudiré a un taxidermista y la pondré dentro de una urna. Tendrá su altar. Es lo menos que se merece.

—Será un morboso trofeo a la nostalgia, y le causará más dolor.

—Santos Discépolo decía que un tango es un pensamiento triste que se baila. Ahora que ya no volveré a tocar, pondré a bailar a la nostalgia y escribiré las mejores baladas. Usted póngamela para llevar, que el dolor es cosa mía.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s